Esta es una recopilación de algunas "malacrianzas" que he escrito y de algunas que escribiré durante los días y las noches que siguen. Perdonen las faltas de gramática, pero a los publicistas no nos enseñan esas cosas en la universidad. Ya me ocuparé yo de tomar los cursos respectivos. Espero que disfruten estas ocurrencias tanto como yo.

foto por James Christopher

miércoles, 3 de febrero de 2010

Sala de maternidad

Fotografía de Jan Saudek


Si algún día me animo a traer un niño al mundo, ¿alguien me podría garantizar que no va a hablar con el acento genérico de Discovery Kids, o si es niña, alguien me podría asegurar que no va a querer jugar a imitar a aquellas prostitutas en miniatura llamadas Bratz?

Si alguien me garantizara que mis retoños van a tener por lo menos una posibilidad de ser medianamente cuerdos, sencillos y sobre todo NIÑOS, alguna vez en sus vidas; sacaría sin pensarlo la escoba y barrería de mi cabeza todas las dudas que, con respecto al tema de la maternidad, me atacan últimamente.

Desafortunadamente a los 25, algún botón de esos raros que tiene el cuerpo empieza a prender las alertas. Es como si me dijera "hey, sabes que ese arrumaco de órganos que tienes ahí abajo son algo más que una maquinita de placer" y lo comparto, un aparato tan perfecto de seguro me fue dado junto a alguna de esas misiones a las que me apunté cuando me mandaron a respirar en este mundo.

Pero ultimamente esa conocida misión de ser mamá me causa total desconcierto.

Debo aclarar que soy amante de los bebés, no me importan los mocos, ni el vomitico lechoso, ni el popito aguado. Apenas tengo cerca a una salchichita de esas, hago de todo para tenerla en mis brazos.
Alguna vez, cuando estuve perdida en los laberínticos bosques de la depresión, opté por enrolarme como voluntaria en una fundación de niños huérfanos. Mi tarea diaria era ir a consentir bebés entre los 6 y los 12 meses, cosa que me hizo inmensamente felíz y me ayudó mucho a aliviar esas náuseas que producen los caminos cuando parecen no tener salida.

Así que siempre he sido fan de los muñequitos, pero ahora que empiezo a pensar más objetivamente en este tema, debo confesar que mi futura maternidad podría estar parada en la cuerda floja.
Cada vez que me reúno con mis primas pequeñas y las oigo hablar con ese acento genérico de Discovery Kids digo, "Dios guarde a mis hijos de sucumbir al acento castellano de Lazy Town" y es que es tan feo que mis primas no puedan decir simplemente "Lina, ven a jugar con nosotras" y en cambio salgan con un "Ven amiga Lina, vamos todas juntas a hacer travesuras".

Me niego.

Me da miedo.

Sí, tengo miedo de traer niños a ESTE mundo. Tengo miedo de que nunca vayan a ser niños, porque después de ver en la tele a los Jonas Brothers o a Miley Cyrus sólo van a querer ser perfectas estrellas del Pop. Tengo miedo, porque si trato de enseñarles a disfrutar un libro, a practicar algún deporte en vez de jugarlo en el Wii, o si no les quiero comprar un Blackberry a los 10 años, siempre van a ser los loosers de la clase, los retardados, los desinformados, los bobitos. Tengo miedo de que sólo quieran alimentarse de Mc Donalds, de que los diagnostiquen desde los 5 meses con déficit de atención, de que me los manden al psicólogo desde los 6 años. Tengo miedo de que sufran de stress desde los 8 y de que a los 9 ya sepan encontrar porno en internet. No quiero que pasen más horas con la empleada del servicio que conmigo.

Ya sé que puedo moldear sus cabecitas para que sean todo eso que yo catalogo como "bueno", pero tengo miedo de no poderlos proteger contra este mundo, que con todo su ímpetu convierte ese "bueno" en "bobo".
Yo quiero niños sucios, mocosos, reales, necios y por sobre todas las cosas INOCENTES, pero me desanima saber que esa palabra ya no existe ni en las sopas de letras y ha sido extraída de todas las dietas infantiles.

...Bueno...Apenas tengo 25, así que dada la pesadez del tema (y para no asustar a nadie), dejaré esta encrucijada inconclusa, pondré la cuestión en manos de algún tribunal divino y me dedicaré a disfrutar plenamente de estos años de salarios libres de rentas y facturas, de responsabilidades superficiales y de relaciones sin pañales.

Creo que por ahora seguiré tomándome juiciosa la pastillita.

10 comentarios:

  1. Parceeeee esta muy bueno! afotunadamente a nosotros nos fue mejor, no? dejemonos de vainas, jose miel, caballeros del zodiaco, tentaciones... nuestros papas deben vivir lo ams de tranquilos...

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  2. Ya sé que puedo moldear sus cabecitas para que sean todo eso que yo catalogo como "bueno", pero tengo miedo de no poderlos proteger contra este mundo, que con todo su ímpetu convierte ese "bueno" en "bobo":

    Esta my bacano el articulo pero tu planteamiento me deja pensado, no sé si se trata de moldear sus cabecitas de todo aquello que consideras bueno, o más bien de darles las herramientas para que puedan descifrar lo bueno en el mundo. Un hijo no es para nada un expresión de lo que un padre piensa de las cosas, por el contrario debería ser la propuesta de nuevas.

    Que pena yo tan sapo, pero esta bueno que genere controversia, ¿no?

    Abrazo, Simón.

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  3. Wakinyan gracias por leer!!!!! me hace muy feliz compartir todo esto. Y sí, indudablemente nuestros padres tuvieron menos de que preocuparse y hasta les salimos más baratos! un abrazote

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  4. Mi queridisimo Saimon, muchas gracias por traer la nota picante a este asunto. Tienes mucha razón en lo que dices, tal vez el cuento de `moldear´suena más bien déspota y tirano, depronto no me supe expresar bien. Lo que quería decir era que, a pesar de darles una buena educación en casa, el mundo siempre se les va a venir encima y si no fluyen con la corriente pueden sufrir mucho. Creo que la clave ahí sería enseñarles a fluir en armonía con todo, pero también a tener criteros frente a todo, que les permitan siempre ser libres para elegir.
    algo así quería decir jaaaa
    gracias mi saimon, espero verte pronto.

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  5. Que buen artículo Lina! Es cierto lo que dices, y son preocupaciones que rondan la cabeza de muchos de los que hemos pensado en esa misión de ser padres, pero así como esto nos inquieta, a tus papas y a los míos les preocupó que no hiciéramos las tareas, deporte, no leyéramos un libro o no comiéramos bien, por estar pegados al televisor, fuimos una generación que literalmente estuvo pegada al televisor y rogábamos porque nos dejaran llevar la comida al cuarto para poder ver super campeones, ellos pensaron que estar frente a un televisor todas la vacaciones era un problema de grandes proporciones, les preocupo que tu cabeza se llenara de “basura” y que por ver en las noticias a Pablo Escobar muerto en un techo no ibas a poder dejar de ir a un psicólogo en años. A ellos les preocupo eso, a generaciones anteriores, otros factores y a nosotros quienes alguna vez se nos ha pasado por la cabeza si deberíamos o no tener hijos, nos preocupan nuevas causas, pero me alegra saber que alguien mas piensa en eso, pues he preguntado a mis primos, amigos, etc. si piensan en tener hijos y muchos me responden con un rotundo NO! Solo me queda decirte que tu estuviste en frente a un televisor por horas y puedes tener la certeza de que no hablas ni te vistes como Xiomy, tuviste una identidad y no fuiste una fotocopia de los que los medios te dictaban y se que si estas escribiendo esto, y estas pensando desde ahora que pasara con tus hijitos, serás una excelente maestra para ellos :)

    Diana Velasquez

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  6. I feel you pain, Linis. Este mundo va de para atrás. Que lindos son los niños cuando son prestados. :)

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  7. Lina, por indicación de tu papá te encontré en el blog. Al leerte en tus disquisiciones sobre tener un bebé o no te digo,querida,que tu momento no ha llegado,ni tu instinto maternal se ha activado...cuando llegue ese dia,cuando encuentres con quién compartir la maravillosa responsabilidad de un niño todos esas prevenciones se olvidaran: a lo mejor,el viejo dicho "qué importa que nazcan ñatos con tal que respiren bien se convierta en "que importa que hablen como Lazy Town,con tal de poder apretarlos bien para decirles cuánto los amamos!!!".Cada época trae sus preocupaciones y no hay duda que la de ustedes muchas que con amor Amor AMOR! se sortean!!! suerte!
    ana maria lemaitre

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  8. Supongo que como decia el gran Khalil Gibran
    "El ruiseñor se niega anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría."

    Pero la pregunta es tambien, donde termina nuestro derecho a educar y moldear sin ir contra su derecho a "Ser lo que quieran ser".

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  9. tienes toda la razón ¨un mortal más en este mundo¨ de hecho creo que en esa dicotomía radica la magia de saber educar a un hijo, pero bueno, lo que diga yo es poco, todavía no tengo la experiencia. Gracias por comentar!

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  10. He llegado a tu blog buscando esta foto de Jan Saudek, y no he podido evitar la tentación de dejarte un comentario.

    Me ha gustado mucho el planteamiento de Simón.
    Hay un movimiento enorme de crianza natural cada vez más creciente, que te va a encantar y a devolver la fe en la maternidad, y sí, es posible todo eso que deseas (y también que luego terminen viendo el Discovery Kids :-)

    Lleva un poco más de tiempo e implicación, pero da muchas más satisfacciones!

    Y no, tu hijo no será rarito en el cole, y si lo es, tendrá los mecanismos emocionales para gestionarlo, no te preocupes.

    Primero raíces: teta, colecho, apego, mimos... y luego ¡alas!

    Un abrazo grande!!!

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